Cáncer y fibrosis pulmonar idiopática

Dra. María Molina

La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad pulmonar con mala prognosis, que presenta una prevalencia baja, aproximadamente 1 caso por cada 1.000 personas al año, y una tasa de supervivencia de menos de 5 años desde el momento del diagnóstico. A mayores, desde 1965, existe la idea de un vínculo entre la fibrosis pulmonar y el cáncer de pulmón.

Actualmente, sabemos que la FPI y el cáncer de pulmón pueden aparecer simultáneamente en el mismo paciente entre el 3% y el 48% de los casos, siendo el adenocarcinoma y el carcinoma de células escamosas las formas más predominantes para el cáncer de pulmón de células no pequeñas. Esta variación en la prevalencia es debida a las diferencias entre poblaciones de los distintos estudios.

También se vio, que las posibilidades de padecer cáncer de pulmón en pacientes con FPI aumentan con el paso del tiempo desde el diagnóstico (3,3% al 1er año versus 54,7% a los 10 años), y que esta comorbilidad reduce la supervivencia.

La asociación entre FPI y cáncer de pulmón muestra patrones comunes entre las dos enfermedades tanto en la predisposición a padecerlas como en su patogénesis. Por ejemplo, la FPI tiende a presentarse en pacientes fumadores (40-70% de los casos) que también es un conocido factor de riesgo para el cáncer de pulmón. De hecho, en pacientes con ambas patologías el porcentaje de pacientes fumadores oscila entre el 67% y el 100%.

El concepto de cancerización se define como un entorno que predispone a un tejido normal a desarrollar cáncer. En ambas patologías existen mecanismos moleculares comunes que promueven la generación de tumores, causan anormalidades en los telómeros, sobreactivan los fibroblastos, producen un aumento del estrés oxidativo y disminuyen la comunicación celular mediante la desregulación de conexinas y modificación del remodelado de la matriz extracelular. Por ejemplo, en cáncer, es común la hipermetilación del ADN en genes que codifican elementos de supresión tumoral, y se sospecha que los patrones de metilación del ADN, observados en algunas zonas de tejidos pulmonares de pacientes con FPI, pueden favorecer la cancerización del área.

Otro responsable clave que se encuentra desregulado en ambas enfermedades es el factor de crecimiento transformante beta 1 (TGF-β1), el cual parece jugar un papel central en la progresión de la FPI y el cáncer de pulmón, especialmente en células epiteliales alveolares, provocando cambios en la polarización y migración de estas células.

Parece que los últimos estudios defienden la idea de que el cáncer de pulmón es una consecuencia de la predisposición genética de pacientes con FPI, debido a las similitudes moleculares de ambas enfermedades. Nintedanib tiene indicación para tratar ambas patologías: FPI y cáncer de pulmón de células no pequeñas.

 

Teniendo todo esto en cuenta, resultaría de gran interés testar fármacos con indicación para ambos procesos, como nintedanib, en pacientes que presentan FPI y cáncer de pulmón concomitantemente.

 

ADN: ácido desoxirribonucleico; FPI: fibrosis pulmonar idiopática

 

Referencias

  1. Ballester B, et al. Idiopathic Pulmonary Fibrosis and Lung Cancer: Mechanisms and Molecular Targets. Int J Mol Sci 2019;20,593; doi:10.3390/ijms20030593
  2. Saito A, et al. The Role of TGF-β Signaling in Lung Cancer Associated with Idiopathic Pulmonary Fibrosis.  Int J Mol Sci 2018;19,3611; doi:10.3390/ijms19113611

 

ILD.0072.052020